¡No se han encontrado coincidencias!
¡No se han encontrado coincidencias!
Esta funcionalidad no se encuentra disponible para su nivel de usuario. Suscribase para obtener mayores beneficios.
Imprimir
Compartir
En Linkedin
En Facebook
En Twitter
En Telegram
Por email
Por Whatsapp
Obtener link
Errepar16/12/2022
Rosana Laureyro nos cuenta qué podemos hacer nosotros para mantener nuestra motivación
Coach Ejecutiva, Mentora en Desarrollo Profesional, Contadora Pública
¿Comenzás el lunes pensando en cuánto falta para el fin de semana? ¿En cuándo es el próximo feriado? ¿En las vacaciones?
Te sentís con muy poca motivación para estar haciendo ese trabajo: a ésta altura del año, sin ganas. El cansancio, una agenda sobrecargada de actividades y responsabilidades, y nuestros hábitos cotidianos, seguramente están colaborando en ésta situación.
Lo externo, los cambios permanentes, la falta de estabilidad, la imprevisibilidad, todo lo que “está mal”.. no ayudan (para nada).
Pero… como yo trabajo con los SI, con fomentar y trabajar en lo que depende 100% de nosotros, te comparto tres claves que nos ayuden a aumentar nuestra motivación.
. ¿A qué le estamos dando foco?
Lo que nos decimos, lo que miramos una y mil veces, lo que repetimos, los temas de las conversaciones en las cuales participamos. ¿De qué se tratan? Porque las explicaciones, el “conocer la realidad” está muy bien para saber dónde estamos parados, y cómo está siendo nuestro “hoy”, pero.. no nos mueve de allí.
Cambiar nuestro diálogo interno, y también, el que generamos con otros. Seguramente, estamos dando “por obvio” que tal tema ya fluye solo (y podríamos resaltarlo como positivo), que hemos resuelto tal y tal problema, que cierta persona está logrando avances sostenibles en sus tareas, o incluso que está funcionando muy bien “x” producto/servicio. Y darle más atención a ello, en vez de a lo que falta.
. Agradecer. (Muy muy relacionado con lo anterior). ¿Qué está siendo muy bueno? ¿Qué valoramos? ¿Qué es importante para nosotros, y está hoy presente en nuestra vida? Y desde allí, construir. Nos para distinto. Desde un lugar de cierto poder. Y es así como seguimos bajándole la intensidad a “lo que no está, lo que no funciona”, para darle más lugar a nuestros SI.
. Revisar nuestros hábitos: ¿cómo estamos contribuyendo a ésta situación que no nos gusta, que nos paraliza, que nos preocupa? Quizás estar desde que nos levantamos con el celular, leyendo noticias/novedades, o contestando mensajes, no nos colabora. ¿Pasaría algo si desayunármos tranquilos, y luego nos dedicáramos a éstos temas?
¿La actividad física está en nuestra agenda? ¿Dormimos bien? ¿Qué tal nos alimentamos? A veces, pequeños ajustes hacen una gran diferencia. Utilizar la escalera en vez del ascensor. Caminar o usar la bici en vez del auto. Una hora menos de celular, y una más de descanso.
La motivación (que es “mover a la acción”), esa energía para realizar nuestras actividades, no siempre va a estar al 100%. Ahí es donde entran nuestros hábitos, nuestra disciplina, y la claridad en el “para qué hacemos lo que hacemos”.