Ganancias y pérdidas en las sociedades anónimas

Errepar28/06/2023

Juan Recio analiza las decisiones que pueden adoptar las sociedades anónimas respecto de los resultados de sus ejercicios económicos

Acercamos un capítulo del libro “Ganancias y pérdidas en las Sociedades Anónimas” de Juan Recio, publicado por Errepar, donde analiza las decisiones que pueden adoptar las sociedades anónimas respecto de los resultados de sus ejercicios económicos, tanto en las ganancias como en las pérdidas.

I - INTRODUCCIÓN

La importancia de la sociedad anónima como estructura de organización jurídica de la empresa y como vehículo de diversos negocios está, hoy en día, fuera de toda discusión.

La irrupción de la sociedad anónima en el campo del derecho no obedeció a una creación de la ciencia jurídica sino a una forma de satisfacer necesidades e intereses económicos y financieros. La aparición de las sociedades anónimas con el privilegio de la limitación de la responsabilidad y la incorporación de la participación del socio a títulos libremente transferibles se produjo a comienzos del siglo XVI para posibilitar las grandes expediciones y la explotación de las nuevas tierras como consecuencia de la expansión del mundo hasta entonces conocido.

Con posterioridad, ha acompañado al capitalismo desde su aparición en el siglo XVIII, apuntalando el crecimiento exponencial de la economía desde entonces. La sociedad anónima ha sido un maravilloso instrumento para recoger el ahorro con el fin de crear y desarrollar empresas. Su predominancia como figura organizativa la torna indispensable para comprender la economía actual.

Si bien la sociedad anónima ha permitido reunir importantes capitales para empresas riesgosas o de gran envergadura, no es menos importante el fenómeno que se da en la segunda mitad del siglo XX, cuando pasa a estar presente de forma transversal a toda la economía al tomar esta figura empresas de diversos tamaños.

En la actualidad, desde grandes corporaciones multinacionales hasta pequeñas y medianas empresas locales se organizan bajo esta estructura. Es utilizada tanto por sociedades que cotizan en los mercados de valores, integradas por inversionistas, como por empresas familiares o que pertenecen a un pequeño núcleo de personas.

 

 

La sociedad anónima ha alentado la inversión de riesgo mediante la limitación de responsabilidad; la canalización del ahorro a la inversión y la circulación del capital a través del recurso de representarlo en títulos valores de libre transmisibilidad; el desarrollo de los mercados financieros para la compraventa de esas participaciones, etc.

La sociedad no solo organiza la propiedad y dirección de la empresa, sino que también distribuye entre los accionistas las ventajas y desventajas del riesgo empresario. El mecanismo societario permite determinar en qué forma se van a beneficiar los accionistas en caso de obtenerse ganancias y qué consecuencias sufrirán si se produjeron pérdidas.

Todos los accionistas están sujetos al riesgo del negocio. Si la sociedad gana dinero, obtendrán beneficios que podrán traducirse de diferentes formas: en un dividendo, en el incremento del valor de sus acciones, etc. En cambio, cuando la compañía sufre pérdidas, se verán perjudicados por la no obtención de renta, por la pérdida del valor de sus acciones o hasta por la pérdida total del capital invertido.

Si bien la contingencia de soportar posibles pérdidas a cambio de la vocación de conseguir un beneficio económico hace a la definición de todos los tipos sociales, es en la sociedad anónima donde su regulación alcanza la mayor complejidad, con soluciones extensibles a las demás clases de sociedades.

Desde el punto de vista financiero, el riesgo empresario se traduce en el resultado que arrojan los estados contables. Si existen ganancias, los accionistas se benefician; si hubo pérdidas, deberán soportarlas, aunque con el límite del aporte comprometido.

Tanto la posibilidad de disponer de las utilidades obtenidas como la forma de afrontar las pérdidas están sujetas a todo un plexo normativo que permite diversas alternativas y que plantea una serie de derechos, obligaciones y responsabilidades en los distintos casos.

El objetivo es analizar las decisiones que pueden adoptar las sociedades anónimas respecto de los resultados de sus ejercicios económicos, tanto en las ganancias como en las pérdidas.

 

 

Y además:

II - EL CONCEPTO DE RESULTADO DEL EJERCICIO

III - ANUALIZACIÓN DEL RESULTADO

IV - DETERMINACIÓN DEL RESULTADO

V - LOS POSIBLES DESTINOS DE LAS GANANCIAS

VI - LA DISTRIBUCIÓN DE UTILIDADES

VII - LA RETENCIÓN DE UTILIDADES

VIII - LAS PÉRDIDAS

Este artículo forma parte de la publicación “Doctrina Societaria”, exclusivo para suscriptores de Errepar.

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