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Errepar14/03/2023
Fernando Clementin reflexiona sobre la relación entre los recursos naturales y la industria de las criptomonedas
Periodista especializado en criptomonedas
El supuesto impacto ambiental de la minería de Bitcoin es un aspecto que muchas personas discuten sobre la criptomoneda y su red. Como contrapartida a esto, la industria de la minería, clave para el funcionamiento de los criptoactivos, intenta volcarse hacia las energías renovables.
Recursos como el agua, viento, luz solar y hasta la basura de industrias y granjas pueden aprovecharse para generar energía para minar Bitcoin. Los equipos que se usan para esta actividad tienen varias ventajas que los hacen adaptables a diversas circunstancias.
Según el Índice de Consumo Eléctrico de la Minería de Bitcoin que elabora la Universidad de Cambridge, el 26% de la electricidad que consumió la industria en 2022 provino de energía hidroeléctrica, eólica, solar u otras fuentes renovables.
Otras mediciones, como la del Consejo de Mineros de Bitcoin, son mucho más optimistas y estiman que el uso de energía “verde” supera el 50%. Cabe destacar que esta organización está conformada por las principales empresas de la industria en el mundo, por lo que sus datos pueden no ser tan fiables como la de otros entes imparciales.
De una forma u otra, aparecen con el tiempo compañías que se enfocan en aprovechar energías renovables para transformarlas en bitcoin. Los equipos mineros, conocidos como ASIC, tienen las siguientes ventajas que los dotan de una capacidad de adaptación importante:
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En países como Paraguay, la energía hidroeléctrica abunda y es barata. Por eso, el país es uno de los más atractivos para mineros de todo el mundo. Por su parte, El Salvador, donde bitcoin es moneda de curso legal, ya tiene proyectos para usar la energía de los volcanes para minar la criptomoneda.
Estados Unidos es el país con más concentración de hashrate (poder de procesamiento de la red Bitcoin, hoy en máximos históricos), con 37%. Lo sigue China, con 19%. Lo curioso es que en el gigante asiático la minería de Bitcoin es ilegal desde 2021.
A lo largo de estos países y de otros, el uso de energía que proviene de fuentes naturales, como el sol y el viento, también es una alternativa importante. De todos modos, todavía hay un gran margen de mejora, como muestra la infografía de abajo.
Hace poco, se conoció en Argentina una pyme denominada CryptoGranjas. Su propósito es minar Bitcoin a partir del biogás (principalmente metano) generado por desechos industriales y de criaderos de animales.
Estos gases, de no aprovecharse, se quemarían o se liberarían al ambiente sin más. Sin embargo, si se los quema de forma controlada, se puede generar energía con ellos. Esto es algo que la empresa hace en sus instalaciones en las provincias de Salta, Buenos Aires, Tierra del Fuego, Corrientes y Córdoba.
Fuente: https://economiasustentable.com/noticias/esta-pyme-argentina-transforma-basura-en-bitcoin-como-lo-hace
Otra iniciativa surge nada menos que de una empresa estatal. A fines de 2022, se conoció que YPF Luz, subsidiaria de la petrolífera estatal YPF, inició un proyecto piloto que consiste en usar residuos de la extracción de gas natural para alimentar equipos mineros instalados en el yacimiento Vaca Muerta.
Como se destacó antes, no hizo falta transportar la energía de un lugar a otro, sino que se instalaron los mineros allí mismo para sacar provecho de los excedentes.
Más allá de los avances en el uso de energías renovables, todavía hay fuertes cuestionamientos a la minería de Bitcoin y su supuesto impacto ambiental.
Quienes defienden a esta actividad sostienen que otras industrias, como las redes informáticas de los bancos, consumen mucha más electricidad. Al fin y al cabo, cumplen la misma función, que es brindar servicios financieros para que las personas dispongan de un método para el intercambio de bienes y servicios.
La discusión tiene muchas aristas y apenas comienza. Mientras tanto, los gobiernos intentan regular la actividad como les parece más apropiado (o como pueden, a veces) y los creyentes de Bitcoin siguen apoyando a una industria que, indiscutiblemente y más allá de su fuente de energía, no para de crecer en todo el mundo.