Derecho a un entorno de trabajo seguro y saludable

Erreius19/01/2023 13:40:24

Verónica Vidal explica por qué las condiciones de trabajo seguras y sanas son fundamentales para el trabajo decente

I - INTRODUCCIÓN

 

En junio de 2022, la 110ª sesión de la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT) de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) adoptó una resolución sobre la inclusión del derecho a un entorno de trabajo seguro y saludable en el marco de los principios y derechos fundamentales en el trabajo de la OIT de 1998.

La resolución también declara que el convenio 155 sobre seguridad y salud en el trabajo, 1981, y el convenio 187 sobre el marco promocional para la seguridad y salud en el trabajo, 2006, se considerarán convenios fundamentales. Todos los Estados miembros, incluso si no han ratificado estos dos convenios, tienen ahora la obligación de respetar, promover y hacer realidad de buena fe los principios contenidos en ellos por la mera pertenencia a la OIT.

El objetivo de este artículo es reparar en las principales etapas del proceso que ha conducido a adoptar por parte de la CIT la resolución sobre la inclusión de un entorno de trabajo seguro y saludable en el marco de la OIT relativo a los principios y derechos fundamentales en el trabajo y luego aportar una visión de conjunto respecto de la importancia de la enmienda que se concreta mediante la resolución, así como de los alcances y repercusiones de la decisión.

 

II - LOS ANTECEDENTES SOBRE LA SEGURIDAD Y LA SALUD EN EL TRABAJO COMO UN DERECHO Y UN PRINCIPIO FUNDAMENTAL

 

La afirmación solemne de los principios fundacionales de la OIT es un acontecimiento institucional que no se da con frecuencia. Tres etapas fueron claves: en 1919, cuando se adoptó la Constitución; en 1944, cuando se adoptó la declaración relativa a los fines y objetivos de la OIT (Declaración de Filadelfia), y en 1998, cuando se adoptó la declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo.

En las tres ocasiones se aplicó la misma lógica constitucional: la selección de derechos y principios de gran relieve y valor perdurable, formulados de modo lo suficientemente genérico como para superar los límites del tiempo y espacio.

En particular, la declaración relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo que en 2022 la CIT decide enmendar fue adoptada durante la 86ª reunión, en 1998. Constituyó una verdadera declaración política histórica en la que se reafirmaban las obligaciones y los compromisos inherentes a la pertenencia a la OIT, ligados a cuatro principios y derechos fundamentales en el trabajo: la libertad de asociación y la libertad sindical y el derecho de negociación colectiva, la eliminación del trabajo forzoso, la abolición del trabajo infantil y la eliminación de la discriminación en el trabajo.

La reafirmación de los principios vinculados a la fundación de la OIT mediante un documento solemne fue una respuesta para hacer frente a las problemáticas y desafíos que implicaba la globalización que se extendía en el mundo, como un modo de dar relevancia a las normas internacionales del trabajo como un aporte de un marco social ante la liberalización del comercio.(3)

Diez años más tarde, se consolidó aún más la preeminencia de los principios y derechos fundamentales en el trabajo, al convertirse en uno de los cuatro objetivos estratégicos enunciados en la declaración de la OIT sobre la justicia social para una globalización equitativa, de 2008.

Tanto la declaración de 1998 como la de 2008 han pasado a simbolizar la misión y los objetivos de la OIT, al dar contenido al Programa de Trabajo Decente.

El reconocimiento de la protección de la salud y seguridad de las personas que trabajan como un principio fundamental responde a la misma lógica, ya que se expresa entre los objetivos constitucionales de la OIT establecidos en el momento de su creación. Así, en el mismo preámbulo de la Constitución de la OIT se señala que “es urgente mejorar … la protección del trabajador contra las enfermedades, sean o no profesionales, y contra los accidentes del trabajo”.

Luego, la declaración de Filadelfia de 1944 reconoce la obligación solemne de la OIT de impulsar programas que permitan proteger adecuadamente la vida y la salud de los trabajadores en todas las ocupaciones.

En las discusiones tripartitas que se mantuvieron en 1998 para la adopción de la declaración relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo, algunas intervenciones ya expresaban la necesidad de reconocer el carácter fundamental de la seguridad y salud en el trabajo. Sin embargo, la primera propuesta oficial para incorporar la seguridad y salud en el trabajo al marco de los principios y derechos fundamentales en el trabajo fue planteada en 2017 durante la CIT 106ª.

Ese año, cuando la representante del gobierno de Malta intervenía en nombre de la Unión Europea y sus Estados miembros propuso la inclusión de la mención la OIT debería explorar la viabilidad de incorporar la seguridad y salud en el trabajo en los principios y derechos fundamentales en el trabajo por tres motivos principales. Los motivos que se formularon para tal propuesta fueron que era una cuestión que impactaba claramente en la vida, la salud y la dignidad de las personas que trabajan, por lo cual “se ajustaría plenamente al espíritu de la declaración”; en segundo lugar, ya formaba parte de una gran cantidad de otros instrumentos internacionales de derechos humanos, y, en tercer lugar, la celebración del vigésimo aniversario de la declaración que tendría lugar el año siguiente representaría para la OIT “una oportunidad conveniente para abrir un proceso de reflexión al respecto”. Aunque la enmienda no contó en aquel momento con los suficientes apoyos, el texto de la resolución adoptada tripartitamente incluyó en su inciso 7, apartado k), la mención a que en consonancia con la estrategia de la Organización en materia de conocimientos, la OIT debería … explorar la relación que existe entre los principios y derechos fundamentales en el trabajo según la definición de la declaración de 1998 y unas condiciones de trabajo seguras y sanas”.

Finalmente, en la declaración del centenario de la OIT para el futuro del trabajo se alcanzó un consenso sobre un texto de compromiso en el cual se establecía que las condiciones de trabajo seguras y saludables son fundamentales para el trabajo decente, mientras que en la resolución conexa la Conferencia solicitó al Consejo de Administración que examine, lo antes posible, propuestas para incluir las condiciones de trabajo seguras y saludables en el marco de la OIT relativo a los principios y derechos fundamentales en el trabajo.

El Consejo de Administración celebró cuatro discusiones entre noviembre de 2019 y marzo de 2022, en las que se debatió sobre el alcance y la forma de la enmienda, la terminología que habría de utilizarse para la formulación del principio fundamental relativo a la seguridad y salud en el trabajo, las repercusiones sobre los acuerdos comerciales y respecto de los convenios sobre seguridad y salud en el trabajo que podrían reconocerse como convenios fundamentales en el sentido enunciado en la declaración de 1998. También se debatió si la responsabilidad en el cumplimiento del derecho fundamental a adoptarse sería compartida entre trabajadores y empleadores.

 

Y además:

III - RESEÑA DE LOS PRINCIPALES ASPECTOS DE LA RESOLUCIÓN DEL 10 DE JUNIO DE 2022 DE LA CIT

IV - SEÑALAMIENTO DE LOS ALCANCES Y REPERCUSIONES DE LA RESOLUCIÓN DE LA CIT

 

Este artículo fue publicado en Temas de Derecho Laboral y de la Seguridad Social de Erreius, Diciembre 2022 - Cita digital: IUSDC3289351A. Si ya sos suscriptor, accedé a este material exclusivo, haciendo clic aquí

 

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