Cómo favorece el currículum anónimo a la inclusión laboral

Erreius27/01/2023

Fernanda Santágata nos cuenta porqué la mayoría de las compañías apuestan por políticas sin sesgos a la hora de contratar

Según las tendencias, y tal como definen los expertos, algunos datos de las personas ya no son relevantes para el mercado laboral. En la actualidad, información específica como edad, género, estado civil, nacionalidad o domicilio ya no cuentan a la hora de posicionarse para una vacante laboral. De igual modo, es cada vez menos frecuente el uso de fotografías en el encabezado del currículum. 

Los motivos remiten a la actual cultura empresarial y a nuevas idiosincrasias sociales. Diferentes variables introducidas por cambios tecnológicos y de usos y costumbres orientaron a los departamentos de recursos humanos a modificar el enfoque. Hoy la mira está puesta en habilidades y aptitudes por sobre cualquier otro dato. Los cambios reducen posibles sesgos y casos de discriminación al momento de las contrataciones. 

¿Cómo son los nuevos currículums anónimos y sin género? ¿De qué manera destacar en una búsqueda de trabajo con una hoja de vida acorde a los tiempos que corren? ¿Qué datos se deben ponderar y cuáles dejar de lado?

 

Manos a la obra para construir un currículum anónimo

 

Estudios recientes demuestran que lo que más miran los reclutadores y reclutadoras en un CV es la experiencia laboral. Si bien algunas actividades específicas priorizan otros ítems como, por ejemplo, las certificaciones académicas, los antecedentes son el punto central de los currículums. A esta sección le siguen otros datos que también son fundamentales para la selección de candidatos como las aptitudes o los antecedentes. 

 

A continuación, un detalle de cómo debe ordenarse la información para que el currículum sea eficiente:

 

  • Experiencia laboral: La información estrella del CV. Se aconseja una explicación concisa pero clara de las principales labores realizadas. Se sugiere omitir las experiencias pasadas que no sean afines con la búsqueda actual, también los trabajos realizados en períodos muy breves o antecedentes que, por una razón u otra, no sumen la trayectoria. 
  • Formación: Lo más importante de la educación académica finalizada o en curso. Cursos, seminarios, congresos y demás solo deben ser agregados si son relevantes de cara la búsqueda. 
  • Aptitudes: El valor agregado por excelencia. En la mayoría de los casos esta sección tiene que ver con aprendizajes y experiencias obtenidas en otros trabajos, con lo cual es muy importante que se exprese con claridad y se especifique porque son puntos a favor. 
  • Certificaciones especiales: Para quienes están en búsquedas específicas estos datos pueden ser determinantes para la selección. Se recomienda resaltar la información específica que buscan los reclutadores sobre este tema. 
  • Referencias o trabajos comprobables: Un casillero determinante desde siempre. A la tradición de colocar nombres y contactos de referentes laborales se le pueden agregar enlaces hacia el perfil de LinkedIn actualizado y carpetas digitales con trabajos realizados. 

 

Es fundamental que el orden cronológico de la información sea inverso, esto significa que la primera lectura indique lo último y más reciente en el tiempo. 



Las ventajas del anonimato 

 

La tendencia hacia el currículum anónimo comenzó hace aproximadamente una década en Europa. Uno de los primeros países que llevó a la práctica fue Reino Unido. Los buenos resultados hicieron extensiva su implementación en otras naciones como Francia, Alemania, Dinamarca y España. 

En Argentina, en los últimos años, hubo muchos cambios sociales que han dejado huella en el ámbito de los recursos humanos. Por un lado, se extendió la expectativa y se elevó la calidad de vida en personas adultas mayores, lo cual conlleva a mucho más tiempo de empleabilidad. Por otra parte, se amplió, y de manera notable, el mapa de actividades y profesiones con demanda en el mercado laboral. 

A estas consideraciones sociodemográficas se le agregan las variables culturales. La comunidad naturalizó cuestiones ya legitimadas como la diversidad de género y la integración de personas con discapacidad. En el mismo plano, se consideran temas como la inclusión de colectivos migrantes y de pueblos originarios

Algunas de las consecuencias directas de estas transformaciones ya son realidades tangibles. A diferencia del pasado, candidatos que no conseguían empleo, por ejemplo, por cuestiones etarias, hoy tienen más posibilidades. Lo mismo ocurre respecto a personas en situación de maternidad o en ejercicio de tareas de cuidado

En la actualidad la mayoría de las compañías apuestan por políticas inclusivas para contratar. Además, el foco está en características como la compatibilidad de valores o afinidad de filosofías. Casilleros como edad y género, y las situaciones familiares y habitacionales, son del ámbito privado y ya no forman parte de conversaciones en entrevistas laborales. 

Todas estas novedades no solo benefician a candidatos y candidatas en búsqueda activa de empleo. También reclutadores y reclutadoras ganan en relación a la transparencia y claridad de los procesos de búsqueda. Por último, y no menos importante, se benefician los grupos de trabajo en cuanto a diversidad, intercambio y relaciones recíprocas.