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Erreius06/01/2023 10:12:43
Hay ocho jóvenes acusados por “homicidio doblemente agravado por alevosía” y se espera que declaren más de 170 testigos
El asesinato de Fernando Báez Sosa, de 18 años, ocurrió el 18 de enero de 2020, a la salida del boliche Le Brique, de Villa Gesell, provincia de Buenos Aires. Por el caso están detenidos ocho jóvenes, varios de ellos integrantes de un equipo de rugby de Zárate, acusados de matar al adolescente durante una golpiza.
Las audiencias, que comenzaron el lunes 2 de enero de 2023, se realizan en el Palacio de Tribunales de Dolores, donde se espera que declaren más de 170 testigos.
Este jueves continuó el juicio en el Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 (TOC), integrado por los jueces María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lazzari.
Los imputados están acusados por “homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas”; y también por “lesiones leves” sufridas por los amigos del joven. Estarán presentes en todas las audiencias, aunque todavía se desconoce si en principio harán uso de la palabra.
El Ministerio Público está representado por el fiscal Juan Manuel Dávila y la querella por Fernando Burlando y su equipo, Fabián Améndola, Facundo Améndola y Germán Facio.
Este viernes 6 de enero será el turno de más testigos y policías que intervinieron en el caso, como también de la dueña de la casa que alquilaban los imputados.
La cuarta jornada -de las trece previstas- se destacó por el testimonio de Tomás Bidonde, testigo del ataque, al igual que Tatiana Caro. Luego fue el turno del taxista Marcos Acevedo, que también presenció la golpiza a Fernando.
Por último, dieron su testimonio los empleados del kiosco donde Báez Sosa fue a comprar un helado esa misma noche.
Al finalizar la audiencia, el abogado querellante Fernando Burlando dijo a la prensa que los testigos hablaron de una “violencia inusitada” sufrida por la víctima, a quien los imputados lo tuvieron “al acecho, esperaron el momento” y “mataron brutalmente” en un hecho que tildó como “una matanza en malón”.
Los ocho acusados son Máximo Thomsen, de 23 años; Luciano Pertossi, de 21; Ciro Pertossi, de 22; Lucas Pertossi, de 23; Ayrton Viollaz, de 23; Enzo Comelli, de 22; Matías Benicelli, de 23, y Blas Cinalli, de 21.
Están imputados por "homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas", delito que tiene una pena de prisión perpetua.
Alejo Milanesi y Juan Pedro Guarino fueron también viajaron a Villa Gesell con el grupo de los ocho acusados, estuvieron detenidos 12 días y luego fueron sobreseídos, al demostrarse que no participaron del crimen. Ahora deberán declarar como testigos.
En tanto, Pablo Ventura, quién había sido incriminado por los rugbiers como partícipe del asesinato, quedó en libertad a los pocos días y fue sobreseído en la causa ya que todas las pruebas aportadas confirmaron que el joven esa fecha se encontraba lejos de la localidad balnearia.
La fiscalía considera que los acusados “acordaron darle muerte” a la víctima “para lo que distribuyeron funcionalmente sus roles comisivos con antelación a éste”.
Según la acusación, el episodio ocurrió “a raíz de que minutos antes, al encontrarse en el interior del local bailable Le Brique, tuvieran un altercado con la víctima, quien se encontraba acompañado con su grupo de amigos, motivo por el que personal de seguridad retiraran de su interior, por un lado, a Fernando Báez Sosa, y por una salida alternativa, al grupo de agresores”.
En este marco, cinco de ellos, Thomsen, Ciro Pertossi, Comelli, Benicelli y Cinalli, “previo acordar interceptar a la víctima y golpearla con el fin de darle muerte, abordaron por detrás a Fernando Báez Sosa, aprovechándose de que el mismo estaba de espaldas e indefenso”.
De acuerdo a la reconstrucción, “en virtud de la superioridad numérica y física, lo rodean, se abalanzan sobre él y comienzan a propinarle golpes de puño en su rostro y cuerpo tanto a él como a sus amigos, por lo que Fernando cae al suelo arrodillado y luego inconsciente, cumpliendo de ese modo con el plan premeditado, dividiéndose las tareas previamente pactadas”.
Los fiscales creen, además, que Viollaz, Lucas Fidel Pertossi y Luciano Pertossi también participaron premeditadamente de la agresión con el fin de dar muerte a la víctima, “posibilitando fundamentalmente la comisión del hecho, ya que rodearon tanto a Fernando Báez Sosa como a los amigos que estaban junto a él, impidiendo de esa forma que éste pudiese defenderse por sí solo”.
Para ello, estos tres sujetos “agredieron físicamente a los amigos de Fernando, quienes estaban parados junto a él, aplicándoles golpes de puño y patadas mientras pretendían ayudar a la víctima causándole a alguno de ellos lesiones corporales”.
Según reveló el equipo de forenses, el joven recibió una patada mortal que le produjo un “shock neurogénico”. Los doctores también determinaron que el ataque con golpes de puño y patadas le provocó lesiones en todo el cuerpo, puntualmente en la cabeza, el abdomen y la mandíbula.
En tanto, en el informe que fue entregado a la fiscal del caso, Verónica Zamboni, el 22 de enero del 2020, explicaron los expertos: “Fernando murió en forma traumática producto de un paro cardíaco traumático por shock neurológico producido por múltiples traumatismos de cráneo que generaron hemorragia masiva intracraneana intraparenquimatosa sin fractura ósea”.