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Erreius22/03/2023
En este artículo, Juan M. Atencio examina algunos de los puntos clave para mejorar las adquisiciones estatales
Abogado. Especializado en Derecho Administrativo
Las contrataciones públicas son una herramienta fundamental para la gestión de un Estado y la prestación de servicios públicos.
A través de ellas, se adquieren bienes, servicios y obras necesarios para el funcionamiento del gobierno y la satisfacción de las necesidades de la ciudadanía. Sin embargo, el desarrollo de una contratación puede ser complejo y requerir la participación de varias entidades y actores; con el riesgo de corrupción y de falta de transparencia en la selección del contratista y el manejo de los fondos estatales.
Por lo tanto, es esencial que las autoridades adopten medidas para optimizar el proceso y asegurar que se lleve a cabo de manera transparente, eficiente y justa.
En la actualidad, cuando se habla de “mejoras” en las compras gubernamentales generalmente en lo primero que se piensa es en la adopción o implementación de alguna tecnología de la información y la comunicación (TIC) sin previamente optimizar los flujos y normativa. No obstante, esta optimización es vital ya que un procedimiento con fallos, más allá de qué TIC se le aplican, seguirá siendo ineficiente o como mínimo no podrá aprovechar todas las ventajas que la aplicación de las tecnologías pudieran brindar.
Además, si se ha simplificado y corregido el proceso de contratación pública, entonces será más fácil de digitalizarlo y/o automatizarlo.
En este artículo, se examinarán algunos de los puntos clave para mejorar las adquisiciones estatales. Es importante también mencionar que estas medidas no son exhaustivas y pueden variar dependiendo del país o región, pero son un buen punto de partida para perfeccionar la calidad en las contrataciones públicas.
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