REPASO DE ALGUNOS ANTECEDENTES

Desde el año 2019 los contribuyentes que quieran impugnar impuestos que cobra el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires pueden acceder a la instancia originaria de la Corte Suprema de Justicia de la Nación para impugnar los mismos; en esta colaboración con un sentido práctico vamos a repasar en qué casos y cuáles son los requisitos para que ello tenga lugar.

Para eso vamos a repasar cuatro fallos, uno del 2019, que le dio el estatus de Provincia a la Ciudad de Buenos Aires, otros dos más recientes y el que está relacionado con el reclamo de coparticipación que el GCBA llevó a la Corte y que estaría cerca de ser resuelto.

I - “GCBA C/PROVINCIA DE CÓRDOBA S/EJECUCIÓN FISCAL”: LA ASIMILACIÓN CON UNA PROVINCIA

Recién en el 2019 se empezó a asimilar los derechos del GCBA -tanto como actor como demandado- para poder acceder a la instancia originaria.

El 4/4/2019, la Corte Suprema de Justicia de la Nación dictó un importante pronunciamiento en “GCBA c/Provincia de Córdoba s/ejecución fiscal”, por medio del cual cambió una histórica jurisprudencia y resolvió que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es igual a una provincia a los efectos de la competencia originaria de la Corte.

Desde el punto de vista de las potestades tributarias la Ciudad de Buenos Aires, engloba las que tienen las provincias y los municipios, pese que no lo era a los efectos de litigar como una provincia.

Como la Ciudad se adhirió al régimen de coparticipación federal de impuestos, es que debe cumplir con las obligaciones allí plasmadas, con lo cual por su especial “estatus” tiene potestades reservadas respecto a los impuestos que se reservaron las provincias, y, además puede cobrar “tasas retributivas de servicios efectivamente prestados”, siendo desde el punto de vista tributario como una provincia y un municipio.

En concreto, la Ciudad de Buenos Aires cobra las siguientes especies tributarias:

1. Impuestos

a) Impuesto sobre los ingresos brutos (régimen general y simplificado para las micro y pequeñas empresas).

b) Impuesto inmobiliario.

d) Patentes sobre vehículos en general y de las embarcaciones deportivas o de recreación.

e) Impuesto de sellos.

f) Ambientales: impuesto a la generación de residuos sólidos urbanos húmedos no reciclables e impuesto a la generación de residuos áridos y afines.

2. Tasas

a) Tasa retributiva de los servicios de alumbrado, barrido y limpieza, mantenimiento y conservación de sumideros.

b) Derechos de delineación y construcción (realización de obras y permisos de construcción).

c) Tasa por servicio de verificación de obras.

d) Gravámenes sobre estructuras, soportes o portantes de antenas (derecho de instalación, y tasa por servicio de verificación).

e) Gravámenes por el uso y la ocupación de la superficie, el espacio aéreo y el subsuelo de la vía pública.

f) Derechos de cementerios.

g) Tasa de abasto (por ocupación de puestos o locales), tasa por limpieza de ferias.

h) Tasa por depósito de mercaderías en infracción.

3. Contribuciones

a) Contribuciones que inciden sobre las compañías de electricidad.

b) Contribución por publicidad.

En resumen, desde el punto de vista tributario la Ciudad engloba las potestades provinciales y municipales.

De ese fallo del 2019, se destaca que, a partir de la reforma de 1994, con el dictado del artículo 129 de la Constitución Nacional se hace referencia a que la Ciudad de Buenos Aires cuenta con un régimen de gobierno autónomo con facultades propias de legislación y jurisdicción, con un jefe de gobierno elegido directamente por el pueblo de la Ciudad.

Con cita del precedente “Nisman” se destacó que la Ciudad tiene una aptitud semejante a la de las provincias argentinas para ejercer plenamente la jurisdicción y con ella realizar la autonomía del artículo 129 de la Constitución, ya que la situación de hecho que no le permite tener una justicia plena para juzgar todas las causas regidas por los Códigos Nacionales es una situación de hecho y transitoria. En concreto manifestó que “…la Ciudad de Buenos Aires tiene una aptitud semejante a la de las provincias argentinas para ejercer plenamente la jurisdicción y, con ello, para realizar la autonomía que le fuera concedida por el artículo 129 de la Constitución”. De tal manera, se debe reexaminar el modo de coordinar la plena autonomía jurisdiccional porteña con la prerrogativa de las provincias como aforadas a la competencia originaria de la Corte Suprema, ya que se trataba de criterios anteriores a 1994 y con un texto constitucional diferente.

Así dispone que “se impone que esta Corte se desligue de 25 años de instituciones porteñas inconclusas y, en el ámbito de la competencia originaria, le reconozca a la ciudad el derecho a no ser sometida ante tribunales ajenos a la plena jurisdicción que le garantiza la Constitución Nacional. La Ciudad Autónoma, tal como sucede con las provincias, se ve afectada en su autonomía cuando es forzada a litigar ante tribunales de extraña jurisdicción”. Sosteniendo que “…debe contar con la misma posibilidad que tienen las provincias de contar con un tribunal imparcial para dirimir las controversias que pudiera tener con ellas”.

Agregando que “el carácter estricto con el que esta Corte interpreta el artículo 117 de la Constitución Nacional no debe ya postularse como un obstáculo para conceder a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el privilegio federal de litigar en instancia originaria … a lo largo de la historia ha rechazado la inclusión en esa competencia de supuestos distintos a los taxativamente mencionados en el artículo 116, los cuales precisa el artículo 177 de la Constitución Nacional. Sin embargo, ese rigor no debe llegar al punto de afectar la vigencia de otras normas constitucionales, como será en este caso el artículo 129, en tanto el fallo `Nisman´ implica que la ciudad de Buenos Aires tiene aptitud para ejercer plenamente como actor del federalismo”.

Pero para poder acceder a la instancia originaria de la Corte es esencial que también se den los supuestos como que la acción entablada “se basa `directa y exclusivamente´ en prescripciones constitucionales de carácter nacional, ley del congreso o tratados, de tal suerte que la cuestión federal sea la predominante en la causa. La competencia originaria de la Corte Suprema es improcedente cuando en la causa se incluyen temas de índole local”.

Veamos dos recientes casos en donde se discutieron impuestos de la Ciudad de Buenos Aires y la Corte acepto su competencia en instancia originaria confirmando lo que se venía diciendo en el tema y confirmando su jurisprudencia.

Este artículo forma parte de la Práctica Integral Buenos Aires (PIBA)

Si ya sos suscriptor, accedé a este material exclusivo, haciendo clic acá

Si aún no sos suscriptor, ingresá en el siguiente botón:

CABA es una provincia para la competencia de la CSJN